Se trata de un conjunto escultórico tallado en madera de cedro real a una escala de 60 centímetros. Las piezas están rematadas con la técnica de la encarnadura barroca al pulimento.
Se ha tomado como referente para la ejecución del conjunto, el colorido y las líneas existentes en la obra del insigne artista Don José Paz Campano, autor de San Isidro Labrador. Su estilo está presente en la ornamentación vegetal y los elementos estilísticos que configuran la decoración de la obra.
En el caso del ángel, la pieza presenta acabados polícromos estofados sobre oro fino de 23 3/4 K en la zona de las alas y los ropajes. En su mano porta una vara rematada con un ramillete conformado por diferentes atributos metálicos.
Aparecen una Espiga de trigo, haciendo alusión directa a la cosecha, ya que es símbolo de prosperidad en diversas culturas y al mismo tiempo en clara alusión al pan eucarístico, que es el sustento espiritual del cristiano. Junto a este primer elemento, encontramos dos orquídeas. Dicha flor es utilizada en la antigüedad como emblema de crecimiento espiritual y renovación interior. Al mismo tiempo, su simbolismo va ligado a la fertilidad y la belleza de lo sencillo. Por último y culminando la composición aparece Cristo crucificado realizado en plata bañada en oro, significando la redención del pecado original y triunfo de la Santa Cruz.
