Se trata de una donación para la capilla de las Hermanas de la Cruz de Málaga. La obra se compone de dos piezas modeladas en terracota policromada y estofada (realizadas a una escala de 30 centímetros).
Los ángeles en actitud orante, forman junto con el Santísimo Sacramento la representación de las tres Virtudes Teologales que Dios nos da en el bautismo y que se alimentan en la adoración eucarística. La Caridad queda de manifiesto en la propia Eucaristía, la Fe queda representada en el ángel que nos presenta la Cruz y la Esperanza en el que porta el ancla.
El ángel de la Fe porta la Cruz en su mano izquierda, como emblema del Instituto. De esta, emanan dos gotas, una de sangre y otra de agua, en alusión a la Divina Misericordia que el Señor derramó en su Pasión. Con la diestra señala al Sagrario y con su mirada, invita al fiel a la adoración. Por ese motivo, puede leerse en la filacteria que completa su base "MIRAD EL ÁRBOL DE LA CRUZ, DONDE ESTUVO CLAVADA LA SALVACIÓN DEL MUNDO, VENID A ADORARLO"
El tono predominante en sus ropajes es el morado, cuyo simbolismo nos conduce a la conversión y la penitencia en la que viven las Hermanas de la Cruz. El motivo vegetal que se dibuja en su túnica es un espino trenzado que alude claramente a la pasión. En la parte trasera del mismo,se dibuja el emblema de la compañía en un medallón y bajo de este, Los tres clavos de la crucifixión. Con el pie izquierdo pisa el "YO", recordando así el testamento espiritual de Santa Ángela:
"No ser, no querer ser, pisotear el yo, enterrarlo si posible fuera".
El segundo de los ángeles, el de la Esperanza, porta un ancla envuelta en un pergamino que a modo de filacteria refleja la siguiente cita: "VICTORIA, TÚ REINARÁS ¡OH CRUZ! TÚ
NOS SALVARÁS" en alusión a la esperanza de la salvación por la entrega del Mesías en la Cruz. Fija su mirada emocionada en el Señor hecho Eucaristía, reconociendo en el Pan consagrado al mismo Dios.
El color de los ropajes es el verde, símbolo de la Esperanza y en los motivos florales que lo decoran, lleva intercaladas varias azucenas que nos conducen hasta el anagrama del "AVE MARÍA" situado en espalda.
Ambos ángeles completan las vueltas de sus vestiduras con el color rojo símbolo de la sangre derramada por Cristo.
Muestran sus alas abiertas y en movimiento tras haber descendido del Paraíso, significando así la expresión de que la Eucaristía "es el cielo que baja a la tierra"
Al mismo tiempo, sus pies descalzos nos recuerdan al pasaje del Éxodo que dice:
"Descálzate porque el terreno que pisas es sagrado", recordándonos así que nos hallamos en presencia de Dios.
Por último, ciñen en sus cinturas el cíngulo de las Hermanas de la Cruz, con los característicos cinco nudos (que representan las cinco llagas de Cristo)
"Hermanas, sed, según el deseo de Madre, parejas de ángeles que alivien el sufrimiento y anuncien con su vida, la vida del cielo que es la verdadera”
