Se trata de una imagen de vestir realizada en terracota y madera policromada, con una altura de 1,20 m.
La obra, destinada a la Parroquia de San Nicolás de Bari, en Pamplona, representa al beato en actitud oferente: con gesto humilde, se lleva la mano izquierda a la alforja del pan, símbolo de la caridad propia de los frailes capuchinos y del servicio al prójimo.
La pieza ha sido ejecutada con especial atención al modelado, la policromía y el detalle expresivo, buscando no solo la fidelidad estética, sino también transmitir la serenidad, la entrega y la profunda espiritualidad que caracterizaron la vida del beato, quien es considerado protector de los enfermos, especialmente de aquellos que sufren enfermedades graves o difíciles.
📷 Gaby Rodrigo
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